¿Cómo funciona la doble combustión?

■  Las estufas de doble cámara tienen en su interior un sistema que permite que los gases resultantes de la quema no salgan directamente al exterior, sino que recirculen y se vuelvan a quemar. En palabras simples las partículas de la primera combustión son “coladas” y limpiadas en una segunda cámara, conectada a la tubería que lleva el humo a la atmósfera.

■  El secreto para su buen funcionamiento radica en una impecable instalación (doble ducto si es necesario), un uso correcto (usar leña adecuada y evitar incinerar residuos) y un adecuado mantenimiento (limpiar regularmente los ductos).

¿Qué es la creosota?

La creosota es un residuo originado por la combustión de la leña.
La combustión produce residuos ácidos y de partículas en suspensión, los que combinados con la humedad expelida por los leños, forman la creosota. Este residuo se deposita y acumula en el interior de los caños de los calefactores, obstruyendo los conductos de la cámara de combustión e impidiendo el normal funcionamiento del calefactor.

¿Qué leña usar?

■  Mientras mejor sea la leña, mayor poder calórico obtendrá de su calefactor.

■  La mejor es la de eucalipto y frutales, en palos de 35 cms. de largo, completamente secos.

■  Los “tocones” -trozos de la bases del tronco- duran y calientan más.

■  Evite leñas de monte, como espino, arrayán, boldo, entre otros, su tala indiscriminada daña la ecología.

■  Revise, rechace y deshágase de palos con perforaciones y rastros de aserrín: pueden portar termitas.

■  La leña húmeda es ineficiente para las chimeneas y para su presupuesto: cuesta encender y calienta poco.

Reconozca la leña seca por sus grietas y pequeñas estrías, por ser más liviana y carecer de olor a savia y resinas.

DATO

Doble una astilla de la leña: si se quiebra, está seca; si se flexiona, está húmeda.

■  Recuerde que la cantidad de calor es también proporcional a la cantidad de leña: mientras más llena la chimenea, mayor calor.

¿Cuánta leña comprar?

■  En promedio, una chimenea catalítica consume 1 kilo de madera por hora de uso.

■  Lo recomendable es adquirirla por unidad de volumen y no por peso. Como la leña mojada es más pesada que la seca, si compra por kilogramos, parte de su dinero podría estar pagando agua…

■  Compre por metro cúbico, es decir, el espacio que ocuparía un cubo de leña de 1 m. de ancho x 1 m. de alto x 1m. de largo.

¿Cómo conseguir un encendido y un calor perfectos?

Las técnicas de encendido del fuego, el tipo de leña y la limpieza y mantención de las estufas contribuyen a maximizar el calor.

■  Al encender por primera vez el calefactor, es normal que la pintura del calefactor humee y emane olor a resina por algunas horas: preocúpese de ventilar.

■  A comienzos del invierno, chequee que el tubo de su chimenea esté limpio y despejado, para permitir una correcta ventilación.

■  Para su seguridad, frente a cualquier problema de funcionamiento, realice la mantención con el fabricante o representante de su chimenea.

■  Para prender, JAMÁS UTILICE PARAFINA, ALCOHOL, CERA U OTRO INFLAMABLE. Es peligroso para usted y dañino para su chimenea.

¿Qué elementos tener siempre a mano?

■  Para estimula el fuego necesitará un atizador.

■  Para acomodar los leños y permitir una mejor combustión: un par de tenazas.

■  Para recoger las cenizas, una pala y una escobilla.

■  Complemente con un recipiente metálico para vaciar las cenizas y esperar que se enfrien.
Por ningún motivo utilce recipientes plásticos ni cajas de cartón.

■  Un par de guantes gruesos le servirá para manipular las herramientas y trasladar los troncos sin astillar sus dedos; los guantes de seguridad usados en la construcción son muy adecuados.

■  Un porta fósforos -también de fierro- para tener a mano cada vez que encienda la chimenea.

■  Algunas estufas incluyen una manilla metálica para abrir y cerrar su puerta, que además sirve para regular el comando del tiro. Esta manilla debe colgarse en un lugar especialmente habilitado, sin que quede adosada a la estufa.

■  Para limpiar las herramientas tome la precaución de hacerlo lejos del fuego, pues la mayoría de los líquidos recomendables son altamente inflamables.